Sol radiante cuando sonríes
-las cosas más pensadas salen mal-.
Seria: mar en calma.
La risa escandalosa
de ojos achinados.
Luz de la meseta castellana
de Salamanca a Soria;
de mí eres todo lo contrario:
desconocida, lejana
pero a la vez tan amiga
que puedo asegurar que te quiero.
Te quiero con mayúsculas,
en valores absolutos;
sin que la carne enturbie
el sentimiento profundo.
Llena de contrastes,
ligera, tempestuosa, amable
-salvo en el despertar
en cuyo caso, es mejor
que no te hablen-.
Sé que te quiero
pero a veces
me confundo en el sentido.
Llana, esdrújula y aguda,
en todas las sílabas
tienes tú un acento.
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